Parque Natural de Corona Forestal - Lugares de Interés en Tenerife
El Parque Natural de Corona Forestal se encuentra en la isla de Tenerife y abarca los municipios de Los Realejos, Adeje, Vilaflor, Guía de Isora, Santiago del Teide, Garachico, Icod de los Vinos, La Orotava, La Guancha, San Juan de la Rambla, Granadilla, Arico, Fasnia, El Tanque, Güímar, Arafo y Candelaria.
Es el mayor espacio protegido del archipiélago. Está conformado por la mayor parte de la base de la estructura volcánica de la Caldera de Las Cañadas y el edificio geológico del Teide -Pico Viejo, formando un anillo continuo que se sitúa entre los 300 y los 2.715 metros sobre el nivel del mar. Está constituido por laderas, en ocasiones de gran pendiente, dispuestas en torno a los tres ejes principales que conforman la isla de Tenerife (La Esperanza, Teno y Adeje), que son fruto de una intensa actividad volcánica efusiva fisural.
Entre sus unidades geomorfológicas destacan enormes barrancos y grandes valles situados al norte y al sur. Este parque alberga los bosques de pinos mejor conservados de Tenerife, además de buenas muestras de brézales, laurisilva y de comunidades colonizadoras de coladas y cráteres volcánicos recientes. En las zonas más altas, sobre los 2.000 metros, existe matorral de alta montaña. En esta masa forestal destacan algunas poblaciones muy antiguas de Pino Canario (Pinus canariensis) de gran valor, así como la presencia de especies vegetales altamente amenazadas.
También son numerosos los endemismos animales presentes en el Parque. Entre los hábitats existentes merecen especial mención los tubos volcánicos ya que constituyen el refugio de diversas especies de murciélagos y numerosos invertebrados troglobios endémicos.
Este espacio tiene una importancia crucial para la conservación de algunos hábitats prioritarios. Engloba una superficie considerable de Brézales Macaronésicos y Laurisilva Macaronésica, así como vestigios de bosques endémicos de cedros y sabinas (Juniperus spp.). De la misma forma la Corona Forestal contiene más del 90% de los pinares endémicos de la isla. En el área existen endemismos vegetales altamente amenazados como el Oro de Risco (Anagyris latifolia), el Trébol de Rico (Dorycnium spectabile), el Saúco (Sambucus palmensis) y el Pico de paloma (Lotus berthelotii), todo ellos catalogados como en peligro de extinción.
Este ámbito territorial posee las comunidades de aves de pinar mejor conservadas de la isla, donde se incluyen El Pinzón Azul (Fringilla teydea teydea) y el Pico Picapinos (Dendrocopos major canariensis). La primera es una especie exclusiva del archipiélago siendo la subespecie de Tenerife endémica de la isla, al igual que la subespecie de Pico Picapinos. En el parque se encuentran prácticamente el 100% de los efectivos de estas dos aves. También están presentes importantes poblaciones de otras especies endémicas del archipiélago como las palomas endémicas de Canarias (Columba bollii, C. junoniae), el Mosquitero Canario (Phylloscopus canariensis) y el Reyezuelo Canario (Regulus teneriffae).
Con respecto a los mamíferos destacan las poblaciones de murciélagos, entre ellos se encuentran el Orejudo Canario (Plecotus teneriffae) y el Murciélago de Bosque (Barbastella barbastellus guanchae), especie y subespecie endémicas del Archipiélago. El número de invertebrados endémicos es elevado, entre los que se encuentran la cucaracha troglobia (Loboptera subterranea) y el escarabajo (Canarobius chusyae). Este último caso constituye un género y especie endémica de Tenerife.
En el pasado, la mayor parte de las zonas forestales fueron objeto de intensas explotaciones, fundamentalmente para obtener brea o "pez", así como madera para la industria naval y para la construcción de viviendas, por lo que amplias zonas quedaron deforestadas. En las primeras décadas del siglo XX se inició una intensa política de repoblaciones para restaurar la cubierta vegetal, que llevó pareja la construcción de una desmedida red de pistas y la instalación de monocultivos de pinos exóticos y eucaliptos.
Actualmente, se lleva una política forestal diferente, con labores de talas selectivas y claras encaminadas a la recuperación de la flora potencial autóctona. En su interior, existe una importante infraestructura de galerías y canalizaciones de agua. Las actividades realizadas en este contexto son las llevadas a cabo tradicionalmente en los ambientes forestales de la isla, que en general han disminuido en los últimos años, (aprovechamientos de hojarasca o "pinocha", leña, materiales para la agricultura o jardinería, etc.), y que se realizan bajo la planificación del Servicio Técnico Forestal del Cabildo de Tenerife.
Por otro lado cada vez son más las empresas de turismo rural y turismo activo, que desarrollando actividades relacionadas con el medio natural, tienen mayor presencia en estos ambientes. Entre ellas se encuentran las que realizan deportes en la naturaleza, excursiones a caballo, en bici y a pie, actividades de educación ambiental, etc.