Las Mejores Playas de Tenerife según ocholeguas.com
En la isla del Teide resulta bastante complicado encontrar playas kilométricas de arena dorada, hamacas y sombrillas. Y es que el origen volcánico de Tenerife ha dado lugar a una accidentada costa en la que los acantilados comparten espacio con las playas, siendo la mayoría de éstas de reducidas dimensiones y de arena negra o callaos. El escaso tamaño resulta sin embargo sobradamente compensado por la belleza y tranquilidad de estas playas, así como la posibilidad que brindan de practicar deportes tan variados como el windsurf o el buceo.
1. Playa de las Gaviotas
La costa de Santa Cruz de Tenerife se encuentra rodeada por un gigantesco puerto que ha obligado a sus habitantes a dirigirse hacia el norte para disfrutar del merecido baño en aguas del Atlántico. Su principal destino suele ser Las Teresitas, una playa artificial acondicionada en los 70 con arena del desierto del Sáhara. Sin embargo, apenas unos kilómetros más al norte, en dirección a Igueste de San Andrés, se encuentra la Playa de Las Gaviotas, cuyo empinado acceso ha sido asfaltado para regocijo de quienes gustan de descansar sobre arena negra.
Aunque durante muchos años tuvo fama de playa nudista, en Las Gaviotas se dan cita desde familias enteras hasta grupos de amigos, pasando por turistas y, en efecto, algún que otro amante del naturalismo. Con unos 300 metros de largo por 50 de ancho, esta playa resulta ideal para disfrutar de baños de sol sin agobios ni estrecheces. A partir de las cinco de la tarde, la montaña que rodea la zona cubre de sombra toda la playa, siendo éste el momento ideal para cerrar las sombrillas y disfrutar de las palas, el fútbol o el frisbee. Las Gaviotas destaca por sus aguas cristalinas y por la tranquilidad de su oleaje, cuya bravura se incrementa levemente a medida que avanza el día. Cualquier época del año es buena para darse un chapuzón, ya que la temperatura apenas experimenta cambios sustanciales, oscilando siempre entre los 15 y los 25ºC.
2. Playa de Benijo
Territorio de surfistas y campistas hippies (a pesar de que varias advertencias prohíben acampar en la zona), la Playa de Benijo se extiende al norte de Taganana, en un impresionante paraje de acantilados, roques y fuertes olas. Desde Santa Cruz de Tenerife, el acceso a esta parte de la isla requiere atravesar el espectacular Macizo de Anaga, aunque también es posible llegar a Benijo desde Las Mercedes, en un recorrido menos bello pero también menos ajetreado.
Durante los meses de invierno, la playa queda prácticamente oculta bajo el agua, siendo el baño desaconsejable y bastante peligroso. En verano, la bravura del mar disminuye, dejando al descubierto la arena negra y la grava de una playa desde la que se disfrutan de unas maravillosas puestas de sol.
Pese a que la niebla y las nubes suelen estar presentes durante las primeras horas del día, lo mejor es visitar Benijo antes del almuerzo, cuando la marea todavía no ha reducido la playa a su mínima expresión. Además, desde Benijo es posible contemplar una de las mejores estampas de los Roques de Anaga y de buena parte de la abrupta costa norte de la isla.
3. Playa del Bollullo
Territorio de surfistas y campistas hippies (a pesar de que varias advertencias prohíben acampar en la zona), la Playa de Benijo se extiende al norte de Taganana, en un impresionante paraje de acantilados, roques y fuertes olas. Desde Santa Cruz de Tenerife, el acceso a esta parte de la isla requiere atravesar el espectacular Macizo de Anaga, aunque también es posible llegar a Benijo desde Las Mercedes, en un recorrido menos bello pero también menos ajetreado.
Pese a que no cuenta con importantes servicios a su alrededor, a excepción de un quiosco y un puesto de la Cruz Roja, el Bollullo es una de las playas más concurridas de la zona, entre otros motivos por el espectacular entorno que la rodea y por su cercanía a la turística localidad de Puerto de la Cruz.
4. Playa de la Tejita
En el extremo opuesto de la isla, en el municipio de Granadilla de Abona, se encuentra la Tejita, uno de los mejores ejemplos de que en Tenerife también hay largas playas de arena fina y dorada, y de que no todas ellas son artificiales. El acceso es relativamente sencillo desde la autopista que une Santa Cruz de Tenerife con Los Cristianos (la TF-1). La Montaña Roja proporciona sombra en una pequeña parte de la playa, cuya longitud total es de un kilómetro, y protege a los bañistas de unos fuertes vientos que en ocasiones pueden llegar a resultar muy molestos.
En este sentido, tanto la Tejita como el Médano -playa de tres kilómetros comunicada con la anterior por una pista de tierra- constituyen los enclaves preferidos por los aficionados al windsurf y algunos hoteles de la zona ofrecen también paseos en piragua por sus aguas. Además de unas maravillosas vistas al atardecer, la Tejita cuenta con una pequeña cala en la que está bien vista la práctica del nudismo, así como vestuarios, duchas, un quiosco y numerosos bares y restaurantes en sus alrededores.
5. Playa de Los Abriguitos
Algo más al sur, continuando por la TF-1, se accede al pequeño pueblo pesquero de Los Abades, un lugar en el que muchos habitantes del norte de Tenerife han fijado su residencia vacacional durante décadas. Situado en el municipio de Arico, Los Abades disfruta de otra de las mejores playas de arena dorada no artificial de la isla, Los Abriguitos. Su nombre responde a la protección del fuerte viento proporcionada por la punta situada en uno de sus extremos, aunque las cuevas de esta pequeña formación rocosa se utilizan también como improvisada nevera en la que resguardar los alimentos y la bebida de los rayos del sol.
Asimismo, esta playa de ambiente familiar ofrece la posibilidad de practicar el buceo con unas gafas y un tubo como único equipamiento. En este sentido, basta con avanzar unos metros para poder contemplar decenas de peces de colores, tortugas verdes, caballitos de mar, barracudas o morenas, así como una abundante vegetación subacuática.
6. Playa de Las Vistas
Los amantes del turismo de sol y playa más tradicional tendrán en Los Cristianos uno de los destinos más recomendables. Esta localidad, situada en pleno sur de la isla, concretamente en el municipio de Arona, cuenta con numerosos alojamientos hoteleros, así como tiendas, bares y restaurantes. Además, el Puerto de Los Cristianos es el lugar desde el que parten los ferries a las vecinas islas de La Gomera, La Palma y El Hierro, y junto a él se extienden la pequeña playa del mismo nombre y la de Las Vistas, una de las más grandes y transitadas de la isla.
De carácter artificial, Las Vistas disfruta de más de 800 metros de fina arena dorada y de unas aguas cálidas y muy tranquilas, ideales para el baño. Sin lugar a dudas, se trata de uno de los lugares más apropiados para quienes deciden visitar Tenerife acompañados de niños o mayores.
7. Playa Blanca
También conocida como Playa Diego Hernández, constituye el mejor ejemplo de que todavía sobrevive algún que otro espacio prácticamente virgen en Costa Adeje, la zona más turística del sur de Tenerife. De hecho, esta pequeña playa de la localidad pesquera de La Caleta se encuentra prácticamente pegada a la de Las Américas, mucho más grande y, sobre todo, mucho más transitada.
Esta playa de fina arena blanca y unos 200 metros de longitud cuenta con los atractivos propios de las pequeñas calas del norte de la isla, es decir, ambiente tranquilo, maravillosas vistas y aguas cristalinas. Pero también disfruta de unas aguas más apacibles y de una climatología mucho más estable, lo que favorece el baño en cualquier época del año. Como es lógico, Playa Blanca ha escapado del boom inmobiliario por su complicado acceso, que incluye un recorrido de unos 30 minutos por unas largas escaleras situadas junto a un pequeño barranco, en cuyo lado opuesto se encuentra la también paradisíaca cala de Los Morteros.
8. Playa de La Arena
Ubicada en la turística localidad de Puerto Santiago, en el municipio de Santiago del Teide, esta playa representa como ningún otro lugar de Tenerife la perfecta fusión entre la naturaleza abrupta y volcánica de la isla y su crecimiento urbanístico.
Aparte de gozar de unas aguas limpias y muy tranquilas, ideales para el baño, esta pequeña playa de fina arena negra es conocida por estar rodeada de algunos de los mejores hoteles y apartamentos de Tenerife.
Pero La Arena también destaca por su cercanía a los increíbles Acantilados de Los Gigantes, unas paredes verticales que rozan los 600 metros de altura y que caen directamente sobre el Atlántico provocando una de las estampas más bellas de la isla. De hecho, Los Gigantes son los acantilados más elevados de Canarias y ya los guanches los bautizaron como la 'Muralla del Infierno'. Un entorno idílico que incluye todo tipo de servicios, desde duchas hasta hamacas, pasando por bares y restaurantes, y que se completa con el cercano puerto marítimo, desde el que es posible contratar travesías en barco por el sur de la isla o practicar deportes acuáticos como el piragüismo o el snorkel.